Al decidir contratar una tarifa de gas de Endesa, como en cualquier otra compañía, es recomendable analizar detenidamente nuestro consumo real de gas natural, ya que de este dependerá la tarifa de acceso por la que deberemos pagar. Y esto es importante, ya que en el caso del gas natural, podremos decidir nuestra oferta, pero no nuestra tarifa de acceso.

Cuando hablamos del término de potencia o tarifa de acceso entre las tarifas Endesa, nos referimos a la potencia que tenemos contratada en nuestro hogar. Depende enteramente del consumo real que hagamos, y se ve modificado por Endesa anualmente, en función de nuestro gasto. Por ese motivo, es importante analizar cuánto gas consumimos, para comprobar realmente lo que nos costará nuestra tarifa Endesa de gas natural. Para conocer el importe exacto de ella, tienes que multiplicar la potencia que tienes en tu hogar por el precio del término de potencia. Este siempre va a depender del consumo en tu hogar o empresa.

Porque no solo hablamos de la tarifa eléctrica, sino que también el gas natural tiene cabida entre las tarifas Endesa. Lo cierto es que cada vez son más los clientes que optan por unir en una misma tarifa tanto la luz como el gas. Así simplificamos todo, y obtendremos un mejor resultado que se traduce en más ahorro. Échale un ojo a las tarifas conjuntas de Endesa, pues cuentan con gran variedad, de modo que cada cliente pueda encontrar las características que necesita, tanto para la luz, como para el gas.

¿Por qué contratar el gas natural y la luz en conjunto? Una de las mejores respuestas es que siempre suele haber un descuento. No solo en la factura final, sino que también a la hora de ser contratada. Además, puedes gestionar dicha factura a través del área de cliente de Endesa en su página o aplicación. Este tipo de tarifas no suelen contar con permanencia, pero nunca está de más el preguntarlo, ya que, en ocasiones, los términos de cada compañía pueden variar.

Por otro lado, al elegir tu tarifa de luz y gas de Endesa, es importante saber si deseas que la parte eléctrica de tu suministro se adscriba al mercado libre o al mercado regulado. Hace un tiempo, todo lo que nos encontrábamos en el mercado de la electricidad era regulado; es decir, que los precios los ponía el gobierno. A partir del año 1997 se inició otro proceso de mercado libre. Es cierto que el mercado totalmente libre no es, pues todavía hay una parte que sigue fijada a los precios estipulados por el gobierno, y con los cuales se garantiza el mantenimiento de la red eléctrica.

Cada cliente puede elegir el mercado que más le compensa. Sin duda, lo que separa a ambos es el precio que cobran por la producción de la electricidad. Conociendo estas premisas, las ventajas que nos encontramos dentro de las tarifas Endesa de mercado libre es que cuentan con precios más estables, sin grandes subidas. Por otro lado, las tarifas reguladas garantizan precios razonables, aunque cuenten con más altibajos.

Por otro lado, no suelen tener permanencia, como bien hemos comentado anteriormente. Además, tenemos la opción de poder añadir y contratar algunos servicios extra, que completen nuestras necesidades. Por ejemplo, uno de ellos es el servicio de mantenimiento, que siempre viene bien tenerlo contratado, ya que nos puede ayudar en caso de tener algún tipo de problema en el hogar.

Si te decides por Endesa, se te garantizará la instalación de un contador digital para medir tu consumo eléctrico. Esto es algo que todo cliente quiere, para evitar las sorpresas que siempre mencionamos. En este caso, los contadores eléctricos son los que hacen ese trabajo. Gracias a ellos, ahora puedes saber cuánta es la luz que gastas cada día y hasta cada hora del mismo, incluso en tiempo real.

Ya no son los técnicos los que pasan a leer los contadores, sino que será el propio contador digital o inteligente quien envíe las lecturas. Además, son más precisos y tienen datos más reales. Cuentan con un funcionamiento totalmente controlado, por lo que no se podrán trucar de ninguna de las maneras, aunque de vez en cuando tendrán que ser revisados para asegurar su correcto funcionamiento.

Las tarifas de la luz que Endesa ofrece siempre pueden variar dependiendo tanto de la potencia como de nuestros hábitos de consumo. Lo cierto es que debemos tener clara una serie de puntos. El primero de ellos es pensar en la potencia que realmente necesitas. Esta determinará los KW que tengas contratados, y fijará el precio de la energía cada mes, al menos en su término fijo. Es decir, a más potencia, más importe tendremos que pagar. Cada cliente deberá adscribirse a un tipo de tarifa con límites energéticos diferentes en función de las necesidades de su consumo, como particular o como empresa.

Si eres de los que usas muchos electrodomésticos al mismo tiempo, necesitarás una potencia algo superior a la ofrecida por las tarifas 3.1. Dependiendo de tus hábitos de consumo, te vendrá mejor una u otra de las tarifas Endesa 3.2. Además, Endesa ofrece tarifas en las que el consumo es gratuito durante unas cuantas horas cada día.

Por otro lado, si el consumo de tu hogar está más repartido a lo largo del día, entonces es mejor algo económico, sin que se centre en horas dispares. Con las tarifas sin discriminación horaria tendrás un precio más adaptado durante todo el día. Las tarifas con discriminación horaria son también protagonistas de este tipo de compañías. Es por ello que, si tu mayor gasto se produce por la noche, o incluso a primeras horas del día, entonces tendrás a tu disposición este tipo de ofertas, con las que también puedes ahorrarte unos euros concentrando tu consumo en una franja horaria concreta, ya que no tienen precio fijo.

Estas franjas horarias se denominan horas punta y horas valle, y se determinan por el precio de la luz en cada momento. Con las tarifas con discriminación horaria, podremos ahorrar en nuestras tarifas Endesa, pero siempre atendiendo a nuestras necesidades. Por eso, debemos asegurarnos que lo que nos ofrece la compañía eléctrica siempre es lo que se adapta a nuestros hábitos de consumo o estilo de vida.

Horas punta: Durante el horario de invierno, las horas punta son las que van desde las 12 del mediodía hasta las 22 horas. Mientras que, cuando hablamos del horario de verano, establecemos este período desde la una del mediodía hasta las 23 horas.

Horas valle: En este caso, el período en época de invierno va desde las 22 hasta las 12 de la mañana siguiente. Mientras que, si cambiamos al horario de verano, entonces iría desde las 23 de la noche hasta las 13 horas del día siguiente. De este modo, tenemos que pensar cuál es la franja horaria que más vamos a usar y, tras haberlo estudiado, podremos comenzar a ahorrar más de lo que creemos.